El nunca bien ponderado Isaac Asimov tiene una frase en su extraordinaria Fundación, que pone en boca de uno de sus grandes personajes: "La pistola atómica es un buen arma, pero puede apuntar en dos direcciones". ¡Qué gran verdad!, ¡cómo la historia ratifica estas palabras del futuro!
Veamos:
- ¿De dónde sacó Jomeini sus armas?, ¿acaso no eran las mismas que EE.UU. proporcionaron a su íntimo amigo el Shah de Persia?
- ¿De dónde sacó Saddam Hussein sus armas?, ¿acaso no se las proporcionaron los EE.UU. para que terminara con el régimen de los ayatolah en Irán?
- ¿De dónde sacaron los talibanes sus armas?, ¿acaso no se las proporcionaron los EE.UU. para que terminaran con el imperio soviético?
O, ¿hacemos ficción futurista?
- ¿Y los radicales saudíes, de dónde habrán sacado sus armas?...
Los ejemplos son claros. Pero en este tema culpar sólo a EE.UU. es de necios. ¿Acaso la URSS no llenó el mundo de armas?, ¿Rusia no sigue haciendo lo mismo?, ¿y España?, ¿y Francia, y el Reino Unido, y...? No, ahí el que esté libre de pecado que tire la primera piedra (mejor que no la tire, porque hasta la piedra puede volver).
Definitivamente, las armas son muy buenas para matar, pero cuidado, nunca se sabe a quién acabarán matando.
... seguiremos reflexionando.
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