jueves, 13 de noviembre de 2008

Burbujas y lápices

"Quisiera ser un pez,
para fijar mi nariz en tu pecera...
y hacer burbujas de amor por donde quiera..."

Todo el mundo da la culpa de la crisis a las hipotecas subprime, pero yo creo que el gran origen de la crisis es previo, consiste en la tendencia innata del capitalismo a crear burbujas: lo que siempre se habían venido llamando crisis de demanda.

Veamos cómo Adam Smith explicaría que se autoregula un mercado: supongamos un bien, por ejemplo lápices, supongamos que dicho bien es escaso, como hay pocos, la gente estará dispuesta a pagar un precio mayor por un lápiz, los fabricantes de lápices ganarán más que los que fabriquen otras cosas, entonces surgirán empresarios que, al verlo, empezarán a fabricar lápices, en consecuencia aumentará la producción de lápices, habrá más lápices en el mercado y el precio poco a poco irá disminuyendo, así disminuirá hasta que los fabricantes de lápices ganen lo mismo que el resto y entonces nadie se verá incentivado a seguir entrando en el mercado de lápices: el lápiz habrá conseguido su equilibrio.

Sobre el papel es perfecto, pero en el cuadro falta una figura que siempre está presente en el mercado: el especulador.

Mientras surgen empresarios que fabrican nuevos lápices, los especuladores se dan cuenta de que los lápices incrementan su precio, por tanto, salen ganando si compran lápices para después revenderlos, en consecuencia aumenta la demanda de lápices más que la oferta y los lápices siguen incrementando su precio, lo hacen de manera tal que los lápices ya no son accesibles a sus compradores naturales: los pobres niños que van a la escuela. Entramos pués en una situación tal en que los lápices son de cada vez más objeto de la especulación y más y más especuladores pasan a comprar lápices por los altos beneficios que obtienen. El precio de lápiz ya sólo se explica por la especulación, ya carece de todo sentido real, ya ningún niño puede comprar lápices. Se ha creado una burbuja.

¿Hasta cuándo puede subir el precio de los lápices? Nadie lo sabe, sube, sube y sube... hasta que, de pronto, la situación se hace evidente: el precio de lápiz no guarda ninguna relación con las curvas de oferta y demanda: sólo lo sostiene la especulación. El precio desciende bruscamente: ha estallado la burbuja. Incluso hay un momento en que todos pierden: los niños todavía no pueden comprar lápices a los precios que están y los especuladores ya han empezado a perder.

Los pobres niños que habían tenido que endeudarse para comprar un lápiz ven como su lápiz ahora baja de valor, quizás no puedan pagar su préstamo, trasladando la crisis de la burbuja al sector financiero.

Todas las crisis de demanda tienen este esquema: ésta es una crisis keynesiana. Quizás la crisis de los años '70 fue distinta, de ahí fenómenos atípicos como la estanflación.

Ahora cambien ustedes lápices por viviendas, niños de escuela por parejas jóvenes, préstamos por hipotecas y tendrán ustedes descrita la crisis de la vivienda actual, ¿les suena?

Naturalmente la realidad es más compleja, pero creo que ésta es una buena aproximación.

¿Voy muy equivocado?

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