jueves, 26 de marzo de 2009

Política

La política ha quedado reducida a la crítica al partido contrario. ¿Tan difícil es tener ideas?, ¿tan difícil es reconocer los errores propios?, ¿tan difícil es reconocer los aciertos ajenos?

¿Por qué los partidos son bloques homogéneos sin la más mínima disensión?, ¿por qué no se alzan voces disidentes?, ¿nadie tiene opiniones propias?

¿Tan difícil es lograr acuerdos?, ¿lograr consensos?... por cierto, consenso: palabra caída en el olvido.

Algo falla en el sistema político.

Parafraseando a mi admirado Groucho Marx: Nunca podría pertenecer a un partido político, ni siquiera si no me admitiera como socio.

No hay comentarios: