¿Qué os parece el circo romano con sus gladiadores, sus combates a muerte, sus cristianos devorados por leones, etc.? Seguramente una de las respuestas más diplomáticas a dicha pregunta sería la de que es una actividad bárbara, indigna de un pueblo civilizado.
Pues bien, espero que dentro de unos años (los menos posible) la misma reacción se produzca a la pregunta de ¿qué os parece la televisión que se veía en el año 2.007?. En caso contrario, me temo que pronto podremos "disfrutar" de nuevo del espectáculo de gladiadores en combates a muerte.
Y es que el panorama que ofrece la televisión es patético: cámaras y supuestos periodistas persiguiendo a un violador que ha cumplido condena, a sus tíos (¿qué delito han cometido ellos?), asustando a los vecinos,... Vaya, creía que en un estado democrático, sólo la policía y sólo en caso de que el expresidiario supusiera realmente un peligro podía realizar una función de seguimiento a una persona libre. Lo de los tíos es ya de juzgado de guardia. Pero éste es sólo un ejemplo de lo visto ayer, cada día asitimos a decenas de casos semejantes. Se expone impunemente a un público pasivo a un espectáculo indigno y degradante, se provocan conductas inapropiadas,... y todo en la más absoluta impunidad.
Se desnudan las intimidades, se exponen las miserias, se violan todos los códigos ético-morales... a todas horas, en todas las cadenas. Se alarma a la ciudadanía, se incentivan los bajos instintos, se hace alarde de la ignorancia, del insulto, del desprecio a la dignidad, se insulta a la inteligencia, se muestra lo grosero, soez y degradante, ... y admito que mi argumento podría ser replicado si dichos programas aportaran algo, no sé, un destello de brillantez, algo de humor, de crítica social, de originalidad, de inteligencia, pero es que no aportan absolutamente nada.
Y todo ello, no sólo desde un servicio público, sino desde una televisión pública, y, mientras, ni el gobierno, ni el parlamento, ni el poder judicial, ni la prensa... ningún poder hace absolutamente nada. Nos merecemos volver al circo romano.
Ejemplos de programas que entran en las conductas aquí indicadas. Bueno, a botepronto, y sin pretender ser exhaustivo: Por la mañana, El programa de A.R., Aquí hay tomate, Está pasando, A 3 bandas, El diario de Patricia, España directo, ¿Dónde vas corazón?, La noria, Gran Hermano, ...
Y los concursos, ¿qué decir de los concursos?, ya hablamos de ¿Sabes más que un niño de primaria?. Pero es que hay otro que es genial: Jeopardy. Parte de una idea escalofriante por su brillantez: ya que todos los concursos consisten en responder preguntas, seamos originales y hagamos uno que dé respuestas y consista en encontrarles preguntas. Bien, hasta aquí ningún reparo, pero es que así nos enteramos que a la pregunta ¿qué es Italia? podemos responder: Venecia está al norte y Nápoles al sur. Con lo cual hallamos una brillantísima definición de Italia. Es sólo un ejemplo reciente, pero ved el programa y os encontraréis con múltiples ejemplos similarmente risibles.
¿Y la publicidad? ya hemos hablado de ella.
Definitivamente, espero que tardemos poco en considerar la televisión actual como un circo romano. Lo malo es que empeora.
2 comentarios:
¡Realmente esplendido¡
Si me permite ,me gustaría visitar de nuevo Sus Reflexiones .
Gràcies¡
Gràcies, Josep, pots venir quan vulguis.
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