Dijo Gregorio Marañón: Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece. Lo malo (o lo bueno, depende de cómo se mire) es que, a veces, uno se cansa de obedecer, y entonces sucede lo que escribió Góngora: Déjame en paz, amor tirano, déjame en paz...
Sobre el artículo de ayer, se me olvidó la noticia más espeluznante: se teme un estallido social en Europa. Lo dicho: tormenta económica.
2 comentarios:
hay quien le gusta mandar y hay quien no le gusta mandar porque es más fácil obedecer.
... y hay quien se ve obligado a obedecer para que el matrimonio vaya bien... y puede que se canse...
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