viernes, 26 de marzo de 2010

Veinte años

Veinte años hacía que había comprado mi aparcamiento.

Veinte años hacía que venía usándolo sin problemas, pagando mis deudas con hacienda y con la comunidad de propietarios. Veinte años, no 15 días ni un mes, no, veinte años.

Veinte años hacía, allí lo tenía, ante mis ojos, fecha de la escritura: 20 de Noviembre de 1.989. Más de veinte años.

Por eso no podía creer lo que veía en la puerta del aparcamiento: Se vende aparcamiento nº46 629081759. ¿Quién vendía mi aparcamiento si no era yo?, ¿quién se había confundido?, ¿quién?

Llamé al número indicado, salió el contestador automático. - Mire, he visto que vende usted el aparcamiento 46 de la calle... , le informo que dicho aparcamiento es de mi propiedad, por favor, llámeme para aclarar el asunto.

Nada, ninguna llamada.

Le llamo yo: - ¿Puede usted acreditar su propiedad del aparcamiento? - me dice en un tono ofensivo y desagradable. - Por supuesto - contesto - tengo la correspondiente escritura -. - Le indico que el aparcamiento es mío - amenaza el sujeto - he consultado el registro de la propiedad y no figura usted como propietario -. -Espere un minuto y le encontraré la escritura. -

Vuelvo a llamar: -Aquí tengo la escritura - le confirmo y procedo a leérsela. - Bueno, pero no está usted registrado - me indica, por tanto el aparcamiento no es suyo -. -Pero bueno, - contesto - usted ¿quién es? -. -Bueno - contesta - no tengo porqué ya que es usted el que me ha llamado, pero se lo diré, me llamo Antonio Calafat y soy representante de (ponga el lector el nombre de la principal entidad financiera española) -.-Mire, le he dicho que soy el propietario desde hace más de quince años, he venido usando el aparcamiento, no me diga usted tonterías -.- No señor, el banco ha embargado al anterior propietario y usted no estaba registrado, por tanto ahora el aparcamiento es del banco -. - El anterior propietario le estafó, le estafó, se la metió bien metida.- continúa ante mi estupefacción. Cuelgo

Compruebo en internet: el registro de la propiedad no es obligatorio.

Vuelvo a llamar: - Le informo que el registro de la propiedad no es obligatorio -. - Usted no sabe nada, - contesta con arrogancia - consulte a un abogado. El aparcamiento es del banco -. -Mire - contesto - su tono parece de la honorata societá, le repito que el aparcamiento es mío y no quisiera ver a nadie en él. - Prosigue la discusión, le cuelgo.

El registro de la conversación no es literal, sino de memoria, pero si acaso se queda corto en la descripción de las amenazas y el tono que utilizó el individuo Calafat.

Al día siguiente acudo al registro de la propiedad para un trámite que no es obligatorio.

Próximamente el desenlace.

... Ya lo dice el tango... - que veinte años no es nada...

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