Orson Welles, el genio, nos dio su definición de Suiza en la película El tercer hombre:
En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor y fraternidad, 500 años de democracia y paz y ¿qué tenemos? El reloj de cuco.
Pero no se llamen a engaño, en suiza hay algo más que amor, fraternidad, democracia, paz y relojes de cuco; hay también secreto bancario. Un secreto bancario inamovible que ha cimentado la increíble fortaleza del franco suizo.
Pero, en estos tiempos de cambio, hasta las más venerables instituciones se ven asediadas. Hará falta dinero, mucho dinero para apuntalar la economía mundial y evitar que el sistema capitalista se hunda definitivamente. ¿De dónde saldrá el dinero? debe salir de los impuestos... los pobres y las clases medias están en crisis, bastante ordeñados están pues, así que hay que ir a por los ricos, los que hasta ahora venían evadiendo sus impuestos... de ahí la increíble noticia: La Unión de Bancos Suizos levanta el secreto bancario ante la presión de Estados Unidos.
No es mala noticia: hora es ya de que caigan los paraísos fiscales, estos lugares donde impunemente han acudido no sólo ricos sin delito, sino también sanguinarios dictadores que han expoliado sin ningún remordimiento los países más pobres de África, Latinoamérica y Asia. Verdaderos lavaderos de dinero sucio.
Bueno, los pasos no parecen ir por mal camino, así pues, una vez más, suerte a Obama.
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