
- Calcular la relación histórica entre el salario medio anual y el precio de la vivienda. El precio actual no debería andar muy lejos del histórico.
- Aplicar al precio que tenía la vivienda hace años el IPC correspondiente a los años transcurridos. Debería, por lógica, ser parecido al anterior, descontando los incrementos de productividad.
Cuanto antes se produzca este ajuste, antes las parejas jóvenes podrán acceder a la vivienda, antes se reactivará la demanda, antes se ocuparán las viviendas ociosas que habían comprado los especuladores, antes se podrán empezar a construir nuevas viviendas, antes se podrá volver a la normalidad en el sector inmobiliario.
Cierto que esto es un ajuste económico, y como todos los ajustes económicos será doloroso para distintos sectores: los especuladores, que tendrán que asumir pérdidas, el sector bancario, que tendrá que asumir una mayor morosidad (ambos son culpables de la situación en que nos encontramos), los que, por efecto de la crisis mundial, deban vender su vivienda (éstos son inocentes totalmente de la crisis, a ellos deberían ir dirigidas las ayudas estatales)
¿Hay que dejar que sea el mercado el que haga este ajuste largo y doloroso?, ¿es preferible que los gobiernos "ayuden" al mercado"?, o bien, ¿hay que regular el precio de la vivienda?
Por otra parte, me ratifico en la necesidad de un mayor control hipotecario: prohibición de hipotecas a tipo variable para particulares y necesidad de que el estado intervenga, mediante una banca pública orientada a intereses generales, en el mercado hipotecario.
... cosas veremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario