
- Incapacidad de olvidar: La memoria es una facultad maravillosa, reforzada desde la más tierna infancia en la escuela y valorada por todos, pero tan importante o más que la capacidad de recordar es la capacidad de olvidar. Jorge Luis Borges tiene un cuento maravilloso acerca del tema: Funes el memorioso. ¿qué ocurre cuando no somos capaces de olvidar el más mínimo agravio, la más mínima palabra ofensiva, el más mínimo acto que nos parece que va contra nosotros? evidentemente todos sufrimos agravios, palabras ofensivas, actos que interpretamos como dirigidos contra nosotros... es más, diría que esto sucede a diario, es necesaria la capacidad de olvidarlos, de centrarse en las cosas realmente importantes... cuando esto no sucede, cuando el sistema educativo nos enseña a no olvidar nunca nada, cuando se nos recuerdan continuamente los agravios... ocurre lo que a los hermanos Marx: ¡Traed madera, que es la guerra!
- Incapacidad de perdonar: cuando falla la capacidad de olvidar, existe la capacidad de perdonar. Hay agravios, ofensas y actos que, a lo mejor, es difícil relegar al olvido. Pero, aún así, es importante no perder nunca la capacidad de perdonar. Todos hemos sido objeto de agravios inolvidables y todos habremos agraviado alguna vez de una manera inolvidable para el agraviado, inconscientemente la mayoría de los casos... si no somos capaces de perdonar: ¡Es la guerra!
- Exacerbación del sentido del honor y la dignidad: en sus justos términos es muy necesario disponer de sentido del honor y la dignidad, en el sentido de exigir que los demás nos reconozcan y nos traten de acuerdo con nuestra condición y nuestros méritos adquiridos en la vida. Cuando estos sentimientos se exacerban, cuando cualquier acto, por minúsculo que sea, lo vemos dirigidos contra nuestro honor o nuestra dignidad, cuando anteponemos estos conceptos a cualquier otra consideración, entonces ¡es la guerra!, ¿Cómo estaba España cuando, en palabras de Calderón de la Barca, al rey la vida y la hacienda se tenían que dar, pero el honor era patrimonio del alma y el alma sólo era de Dios? en guerra constante...
Existen ciertas áreas geográficas con conflictos cuasi eternos: Oriente Próximo, los Balcanes, el Cáucaso... sería interesante ver en qué sentido la sociedad y, sobre todo, el sistema educativo, favorecen estos rasgos: la incapacidad de olvidar, la incapacidad de perdonar y la exacerbación de la dignidad y el honor.
Y, una vez más, solución para ello: yo sólo veo tres: educación, educación y educación, y aún así veo muy difícil y largo terminar con estas características fruto de siglos de circunstancias que las han favorecido.
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