Existe la incompetencia, existe la corrupción, existe el mal. Cuando incompetencia, corrupción y mal unen sus fuerzas, los resultados pueden ser devastadores para los seres humanos normales y corrientes.
El drama de una madre convencida de que le han cambiado a su hijo, intentando que una administración corrupta e incompetente la escuche... la prepotencia, la arrogancia, la sinvergüenza de una administración que, sin atender a razones, la humilla hasta extremos inhumanos.
Clint Eastwood, en plan maestro, nos ata a la silla en las casi dos horas y media de proyección (confirmando que el artículo "Noventa minutos" tiene excepciones). Excelente labor de actores, de ambientación, de vestuario, de montaje en una película que va narrando una historia de manera excelente, discurriendo con naturalidad. ¡Quién lo hubiera esperado de aquel pistolero inexpresivo que se paseaba por los desiertos de Almería!
Claro que hay algún efecto cinematográfico, como una llegada del héroe en el último momento, pero bueno, alguna concesión hay que hacer al efectismo, yo diría que casi la única de la película. Apenas escenas de acción, ni falta que hacen.
Al final, lo único que no me creí son los carnosos labios de Angelina Jolie (y eso que parece que son de verdad).
No hay comentarios:
Publicar un comentario