Tengo un niño con hiperactividad, necesita tratamiento de un neuropediatra, ante la dificultad de encontrar uno que nos guste en Palma, le tratan en la seguridad social. No es que me guste mucho la médico, pero es lo que, de momento, tengo. Tenía cita para una revisión (después de cuatro meses de la última), pero, razones personales me impidieron atenderla, ante lo cual llamo para pedir nueva cita. Relación de los hechos acaecidos un miércoles 24 de Octubre del año de Nuestro Señor de 2.007:
Son las 9:30, llamo al teléfono 971 17 50 35 (teléfono de la consulta)... comunica. Llamo reiteradamente a dicho número... comunica.
Llamo al número 971 17 50 00 (centralita de Son Dureta), me dan el teléfono 971 17 52 08 (admisiones???) diciéndome que allí me darán hora. Llamo, ...comunica.
Realizo sucesivos intentos en ambos números y... o da señal de comunicar, o no cogen el teléfono, que suena hasta cortarse.
Me tengo que desplazar al despacho, desde allí sigo intentando... una vez me cogen el teléfono en el 971 17 00 35 y me dicen que no, que el número lo dan en el 971 17 52 08, le indico que no hay forma de contactar y me dice que lo siente mucho, pero que ella no es de ese despacho, que había pasado por allí de casualidad y que había cogido el teléfono. Lo sigo intentando...
Al fin me cogen el teléfono en el 971 17 52 08, la persona que lo coge me dice que no, que la cita la da la secretaria de la médico en el 971 17 52 08, le digo que ya he hablado con ellos y que me dicen lo contrario. Me pide que espere... consulta... me indica que no, que me han informado mal porque la que debe dar la cita es la secretaria de la médico que está en el número 971 17 50 35, pero que debo llamar más tarde porque ahora están pasando visita, pregunto que a qué hora, y me dice que pruebe a las 12:30...
Llamo a las 12:30... comunican, bueno, paciencia. Lo intento varios minutos después... comunican... tras varios intentos, por fin, parece que coge el teléfono la secretaria de la médico. Sus únicas palabras son: puede llamar más tarde, seguimos con las visitas... bueno, paciencia.
Llamo a las 13:30... único resultado: tengo que llamar a las 14:30
Llamo a las 14:30, ya voy abreviando las veces que el teléfono comunica. Conversación:
- Llamaba para pedir hora para la Dra...
- Huy, esto es muy difícil, supongo que llama para una segunda visita y las estamos dando para Marzo. Será mejor que vaya a su pediatra y le pida cita como si fuera primera visita.
- Bueno, pero mejor me dé cita usted.
- Es que todavía estamos con visitas.
- Bueno, ¿a qué hora puedo llamar?, es que llevo toda la mañana intentando una cita
- Es muy difícil, porque mientras pasamos visita... por la mañana a las 8:30, pero dígame el nombre.
- David Pascual
- Espere... bueno la primera hora que tengo libre es para el 24 de Abril... es que estamos colapsados, pero no se me queje que no es culpa mía.
- Bueno, de todas formas, deme la hora.
- Deme el número de su historia clínica
- Pues, ahora mismo no lo tengo delante, pero he estado intentando llamar toda la mañana, teníamos hora... pero no pudimos venir.
- Claro, ahí está el problema, pedir una segunda cita es muy difícil.
- Bueno, pero ¿me puede dar la cita o no?
- Deme el número de su historia clínica
- No lo tengo
- ¡Huy, pues entonces es imposible, el número de historia clínica es lo más importante!
Ahí ya estallé, hasta este momento había hablado con toda calma y cordialidad, pero ante la pérdida de tiempo, la sensación de que nadie se preocupaba por mi hijo, la impotencia que sentía, estallé. Dije:
- ¡Pero si los ordenadores están inventados desde hace más de 20 años, son ustedes unos incompetentes, y sí, tienen la culpa, gran parte de la culpa es del sistema, pero ustedes también tienen la culpa, adiós!
Colgué.
Probablemente lo dije en el volumen superior que me permitieron mis cuerdas vocales y me arrepiento, ante estas situaciones lo mejor es el humor y el sarcasmo... pero mis nervios no dieron para más.
Hasta ahí una relación de memoria, por tanto, no exacta, pero sí bastante fidedigna de lo que pasó. Varias consideraciones:
- Constato, una vez más, el descontrol y caos existente en la sanidad pública, sin ninguna excusa... señores políticos, defensores del paciente y demás responsables, están ustedes harto de saberlo, estas historias se producen diariamente, y no hacen ustedes nada.
- Dar cita a alguien, es algo tan sencillo como disponer de la agenda del médico en un sistema informático, si no se arregla es porque no se quiere. Responsables: el sistema, los políticos, los gestores de la sanidad y del hospital (porque algo tan elemental debe estar ya previsto), el médico (que debe velar por sus pacientes), la enfermera (que no debe ser una incompetente.)
- ¿Cómo puede alguien tener la cara dura de decir que el número de historia clínica es imprescindible para dar cita... en el siglo XXI
- ¿Cómo puede haber una lista para una segunda visita de más de 6 meses? Un médico debe negarse a atender a más pacientes de los que puede. Sería más lógico y más vergonzoso para los políticos el que alguien estuviera sin médico que no en una lista de ésas.
No, debo confesar que situaciones como ésta quitan toda mi fe en la raza humana. ¿Cómo es posible tanta incompetencia?, ¿tanta desidia en el trabajo?, ¿tanta desorganización?, ... ¿por qué la sanidad pública tiene que funcionar tan mal?, ¿a quién le interesa?, ¿están de acuerdo los médicos en trabajar en ese caos?, ¿por qué no se quejan?, ¿acaso no hay dinero para lo que se quiere? No, el sistema es demencial, y sería fácil arreglarlo: claro que hacen falta humanidad y sentido común, dos cosas bastante escasas.
Y primer culpable de todo YO. Yo, por no quejarme, por no insistir, por no hacer instancia tras instancia, queja tras queja, para que se arreglen las cosas... pero es que mis nervios ya no dan para más... además... padezco depresión nerviosa... mea culpa.
Recuerdo los versos de Fray Luis de León, que cito de memoria:
... Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
sólo con Dios se compasa,
y solo su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso.
Claro, que eso no es todo. Desde el último artículo de esta bitácora han ocurrido cosas:
- El premio Nobel James Watson ha declarado que la raza negra es menos inteligente que la blanca... o como dijo Einstein: "sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, y de lo primero no estoy seguro". Efectivamente, una estupidez infinita cabe también en la mente de un premio Nobel.
- Al Gore ha estado en Mallorca. Lucha contra el cambio climático a base de emisiones de sus Jets y sus Mercedes, que toma para ir a 500 metros... así y todo, y como dije, ojalá fuera el próximo presidente de EE.UU.
- Rajoy no se convence del cambio climático. Su primo... en fin, hay cosas más importantes: España se rompe. Lo dicho de la estupidez, que por cierto, sí que termina en Z.
- Los Kurdos iraquíes, cansados de que Sadam Hussein los masacrara, se dedican ahora a matar soldados turcos.
- Los armenios consiguen que EE.UU. reconozca el genocidio de... ¡1.915!... hoy no se masacra en el mundo... Hasta que no reconozcamos que la historia universal es lamentable para todos, y repito, TODOS, mal nos irá...
En fin, que sigue la vida... y nadie se decide a propugnar un nuevo sistema económico-social, pues vaya... aquí seguiremos, criticando lo que no nos guste...
jueves, 25 de octubre de 2007
Sanidad, caos, incompetencia, humanidad...
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Unknown
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jueves, octubre 25, 2007
Etiquetas: caos, humanidad, incompetencia, sanidad, seguridad social
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