
¿Y qué tenemos? El absurdo: la mayor concentración de coches por habitante de España, unos autobuses tercermundistas, un metro que va de ningún sitio a ninguna parte, que ha costado ¿quién sabe?, un hospital incomunicado, una vía de cintura saturada, unas carreteras incomprensibles, unas rotondas inmensas, un proyecto de tranvía desconectado y mal estudiado, que ni siquiera se sabe si cabe por donde tiene que pasar, una red ferroviaria incomprensible, un carril bici que nadie usa porque es imposible ¿dónde dejar la bicicleta?... ¿sigo? creo que no vale la pena.
... y todo por no ponerse de acuerdo y realizar un estudio serio de movilidad, necesidades y requisitos futuros...
Señores, unas islas deberían ser ideales para poder planificar una red de transportes eficientes, que combinen todas las necesidades y que mantengan el equilibrio entre transporte público y transporte privado.
¿Qué han conseguido los políticos hasta ahora? desincentivar absolutamente unos transportes públicos absurdos e ineficientes, mal planificados, sólo utilizados por aquellos a quienes no les queda más remedio e incentivar que todo el mundo tenga coche: no uno por familia, no, uno por persona. Han conseguido que vivir sin coche en Mallorca sea sinónimo de mala calidad de vida.
El coche eléctrico o de hidrógeno puede ser una oportunidad, ¿cogerán nuestros políticos el tren del futuro? apuesto a que no.
Nota: en la foto está lo mejor del transporte en Baleares, el tranvía al Puerto de Sóller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario